Los Golden State Warriors emergieron victoriosos de un intenso enfrentamiento de la NBA, superando a los Memphis Grizzlies con un ajustado marcador de 118-116. Este apasionante duelo de temporada regular tuvo lugar el 28 de octubre de 2025 en el Chase Center de San Francisco, la casa de los Warriors. El encuentro mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos de principio a fin, demostrando la alta competitividad que se espera en la liga. Ambos equipos ofrecieron un espectáculo de resiliencia y talento, disputando cada posesión con la máxima intensidad y dejando claro que este partido sería memorable.El partido comenzó con unos Memphis Grizzlies arrolladores, quienes, liderados por un inspirado Desmond Bane, se distanciaron rápidamente con un parcial de 15-5.
La defensa de los Warriors parecía "en el lado oscuro" en los primeros compases, cediendo terreno valioso y permitiendo que los Grizzlies cerraran el primer cuarto con una ventaja de 33-25. Sin embargo, Golden State encontró su chispa en el segundo período, con Stephen Curry y una productiva segunda unidad revitalizando el ataque. Los Warriors desataron una ofensiva implacable, superando a sus rivales 40-26 en el cuarto y yéndose al descanso con una ventaja de 65-59. Este cambio de ritmo evidenció la capacidad de los locales para adaptarse y dominar el tempo del juego cuando más lo necesitaban.
Tras la reanudación, los Warriors extendieron su dominio, llegando a tener una ventaja de hasta 15 puntos en el tercer cuarto, y terminaron el periodo 92-85 arriba. Parecía que Golden State tenía el control, pero los Grizzlies, con un Ja Morant indomable, orquestaron una remontada feroz en el último cuarto, empatando el encuentro a 109-109 con solo tres minutos en el reloj. Los minutos finales fueron "de locos", con cada posesión adquiriendo una magnitud decisiva y el pabellón vibrando con cada jugada. Draymond Green, con un triple crucial a 1:40 del final, dio un respiro a los Warriors, colocándolos 114-111 arriba.
El cierre fue un intercambio frenético de jugadas, donde la tensión era palpable, y "vaya tela" qué final vivimos en San Francisco.En el apartado individual, Stephen Curry "estuvo de la leche", liderando a los Warriors con 40 puntos, además de aportar 5 rebotes y 5 asistencias; su capacidad de anotación "está que se sale" y fue clave en el triunfo. Recibió un apoyo vital de Jonathan Kuminga, quien sumó 20 puntos y 6 rebotes, y de Klay Thompson, con 18 tantos. Draymond Green exhibió su versatilidad con 10 puntos, 8 asistencias y 7 rebotes, incluyendo el decisivo triple en el cierre. Por parte de los Grizzlies, Ja Morant fue un "tremendo nene" en la cancha, con 35 puntos, 8 asistencias y 6 rebotes, mientras Desmond Bane añadió 25 puntos y Jaren Jackson Jr. contribuyó con 18 puntos, 7 rebotes y 3 tapones defensivos. La eficiencia en el tiro de campo fue clave: los Warriors dispararon un 50.6% desde el campo y un 39.5% en triples, superando el 44.8% en tiros de campo y el 30.6% en triples de los Grizzlies, mostrando la puntería superior de Golden State.
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Jonathan Kuminga
Esta victoria temprana de la temporada es fundamental para los Golden State Warriors, ya que les permite sumar un triunfo valioso contra un rival de conferencia y construir un impulso positivo. En la competitiva Conferencia Oeste, cada victoria cuenta para mejorar el posicionamiento en la clasificación, lo cual podría ser crucial de cara a los playoffs. Aunque los Grizzlies cayeron derrotados, su capacidad de reacción y la intensidad mostrada en el cuarto período envían un mensaje claro de que son un equipo que nunca se rinde. Este tipo de encuentros, reñidos hasta el final, fortalecen el carácter de un equipo y ofrecen lecciones valiosas para el resto de la campaña. Sin duda, este partido es un indicador de la paridad y el alto nivel que se espera esta temporada en la NBA.
Tras el pitido final, el ambiente en el Chase Center era una mezcla de alivio y euforia para los Warriors, mientras que los Grizzlies asimilarían una derrota dolorosa pero que demostraba su espíritu combativo.
Aunque no disponemos de citas textuales específicas, es fácil imaginar a Steve Kerr elogiando la resiliencia de su equipo y la actuación estelar de Curry en los momentos decisivos. Por su parte, Taylor Jenkins, el entrenador de los Grizzlies, probablemente destacaría la lucha de sus pupilos hasta el último aliento, lamentando quizás algunas decisiones en los instantes finales, donde "se le fue la cabeza" al ritmo del partido y los nervios eran máximos. Ambos conjuntos saldrán de este partido con aspectos a mejorar, pero también con la convicción de que tienen lo necesario para competir al más alto nivel y que se verán las caras de nuevo. Este encuentro quedará grabado como uno de los más emocionantes de la joven temporada y servirá de aprendizaje para ambos.
