Fue un duelo de infarto para los 76ers y Bucks en la noche del jueves. Sin Joel Embiid ni Giannis Antetokounmpo, los focos se giraron hacia Tyrese Maxey, que finiquitó la prórroga con 54 puntos, la mejor anotación de su carrera.
Tyrese Maxey, anotando
El partido fue un vaivén de emociones, con los Bucks enchufados hasta el final gracias a un enorme Ryan Rollins (32 puntos, 14 asistencias). Ya en la prórroga, un triple de Justin Edwards y los tiros libres finales de Quentin Grimes sentenciaron el triunfo. Y Maxey, imparable, cerró el partido con 4 tiros libres en los 22 segundos decisivos.
La afición de Philadelphia vibró desde el primer minuto, y cada canasta de Maxey levantaba a la grada. El joven base está firmando una temporada sensacional, consolidándose como nuevo líder ofensivo y símbolo del equipo tras la marcha de Harden.
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A pesar de las bajas estelares en ambos bandos, se vivió un baloncesto vibrante que dejó highlights y estadísticas para el recuerdo. Los Bucks, pese a perder tres partidos seguidos, encontraron en Rollins un referente inesperado.
Philadelfia, por su parte, se coloca con un récord positivo en la clasificación este, llena de confianza por el nivel mostrado sin su estrella habitual y doblega a uno de los gallos de la conferencia.
La noche de Maxey entra ya en los libros de historia de los Sixers y la NBA. Hoy, en Philadelphia sólo se habla de su récord y del paso al frente de la nueva guardia del equipo.
